La primera semana de julio tuvimos la oportunidad de participar en el Forest Camp de Eslovaquia. Pudimos conocer lo que otras compañeras hacen desde los equipos de escalada de otros países. Las formadoras (de Hungría, Austria y España) nos enseñaron a detectar qué árboles son adecuados para subir, probamos diferentes maniobras y materiales que no solemos utilizar y aprendimos diferentes técnicas para ascender por los árboles. Practicamos técnicas de rescate similares a las que ya conocemos, pero que nunca habíamos practicado subiendo un árbol. Montamos lo que bautizamos como “The Village”, estructuras suspendidas de los troncos que nos permitieron pasar la noche en el bosque.
Las más suertudas pudieron dormir cómodamente en sus portaledges, algunas nos apañamos con las hamacas y las compañeras que durmieron en la red (“the puppies nest”) lo pasaron algo peor, pero afortunadamente todas sobrevivimos (todas logramos mantener una actitud no violenta ante los movimientos nocturnos amplificados por la red y ronquidos varios).
Aparte de todo lo que aprendimos con respecto a la escalada de árboles y ocupación de bosques, colaboramos con compañeras que estaban realizando cursos básicos de activismo, lo que fue una oportunidad para intercambiar maneras de hacer y, por supuesto, conocer a personas de otros contextos y oficinas, igual de comprometidas.
Ha sido una experiencia alucinante y estamos súper agradecidas por esta oportunidad de aprendizaje e intercambio que hemos tenido la suerte de vivir.