Las historias que nos hablan hoy del futuro suelen ser relatos apocalípticos que muestran a los seres humanos como egoístas y agresivos en una actitud de “sálvese quien pueda”. Historias que no dejan espacio para la posibilidad de retejer vínculos y armonía entre seres humanos y el resto de seres vivos.
Ante estas imágenes habituales del futuro que nos desasosiegan y nos generan ansiedad, queremos ser capaces de imaginar otros futuros más esperanzadores y deseables como primer paso necesario para ser capaces de construirlos.
Para imaginar necesitamos conocer otros relatos, acumular aprendizajes y emociones que muestren a nuestra mente que otros futuros son posibles.
Poco a poco, los feminismos han ido cuestionando y reescribiendo la cosmovisión occidental hegemónica que da la espalda a las bases materiales y a los vínculos que nos permiten estar vivas. Lo hacen porque deciden poner en el centro de su actividad y de sus discursos otras formas de estar en el mundo basadas en la sostenibilidad de la vida, en nuestra ecodependencia e interdependencia. Esto permite romper el paradigma dominante de desesperanza y generar una ilusión sobre la idea de que es posible construir un mundo diferente. Son creadoras de utopías aquí y ahora.Os compartimos la sesión que lanzó el área de Ecofeminismo de Greenpeace España el pasado 4 de abril y en la que reflexionamos sobre nuestra realidad actual, pero también sobre la construcción de futuros mejores en base a las experiencias de personas y colectivos que desafían cada día el presente para hacerlo más habitable.